
El poeta es un incomprendido
Si no trasmite siquiera tristeza
Cuando sus palabras más que belleza
Son los frutos de un tiempo perdido
Entonces ¿cuándo puede ser él oído?
Cuando sus palabras sean certeza
Que puedan plasmar con plena destreza
El amor en su pecho escondido
Que mis frases no sean ecos vanos
Así siendo que corten mis manos
Para que no me caiga en pecado
Siendo siempre el amor proclamado
Y no deje nunca de ser amado
Ese escritor de sueños insanos